No podemos darnos el lujo de ser indiferentes en nuestra relación con Cristo. Está en la Biblia, Apocalipsis 3:15-16, "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca".
Usamos cookies para personalizar contenido y anuncios, para proporcionar funciones de redes sociales y para analizar nuestro tráfico. También compartimos información sobre su uso de nuestro sitio con nuestros socios de redes sociales, publicidad y análisis.